El fraude de identidad sintética, donde se crean identidades nuevas combinando información real y falsa, es una amenaza creciente para los negocios. Las organizaciones deben fortalecer sus medidas de seguridad y procesos para mitigar este riesgo. Proteger los datos de los clientes es esencial, implicando la implementación de encriptación de datos, seguridad de red, actualizaciones de software, autenticación multifactor, formación de empleados, auditorías de seguridad y monitoreo de amenazas.
Para identificar el uso de identidades sintéticas, se recomienda una combinación de enfoques, incluyendo biometría avanzada para diferenciar entre usuarios reales y aquellos generados por IA, y la detección de dispositivos sospechosos mediante huellas digitales de dispositivos y navegadores. Esto incluye identificar características como direcciones IP asociadas a bots, zonas horarias desajustadas, dispositivos manipulados y emuladores.
Además, el análisis del comportamiento del usuario es clave, observando patrones inusuales en la creación de cuentas, actualizaciones frecuentes de detalles de cuentas y patrones de gasto anormales. Finalmente, evaluar la huella digital en línea, como direcciones de correo electrónico y perfiles en redes sociales, ayuda a identificar riesgos potenciales. La lucha contra el fraude de identidad sintética requiere una estrategia de defensa en múltiples capas, con inversión continua en herramientas de seguridad y adaptación constante para prevenir pérdidas por fraude.
