El aumento de las compras online también multiplic los ciberfraudes. Según el área de ciberdelitos de la Guardia Civil, los fraudes en Internet han crecido un 70% aprovechando la crisis del coronavirus, por lo que empresas y autónomos deben reforzar la seguridad.
Los principales ciberriesgos para pymes y autónomos son ransomware, el robo de datos personales y de pago y el phishing.
El ransomware esta entre los peligros que más ha crecido este año, es un tipo de software malicioso que cifra todos los datos de los sistemas informáticos y exige el pago de un rescate a cambio de liberar la información, un incidente de este tipo puede costar más de 50.000 euros y paralizar hasta un mes la actividad de la empresa. Otra amenaza creciente es el robo de datos personales y de pago de los clientes, que luego los ciberdelincuentes revenden en la Deep Web para que se utilicen en estafas online. Además de los efectos económicos, el 30% de las empresas sufren pérdida de clientes y daños en su reputación tras un ataque de este tipo. Los daños pueden ser tan graves que el 60% de las pymes afectadas cierran en 6 meses, según estimaciones de Zurich Seguros. El tercer ciberriesgo más extendido es el phishing, un tipo de estafa en el que se suplanta la página web de un banco, tienda online o empresa para robar datos de tarjetas o realizar transacciones fraudulentas. Una consecuencia derivada habitual del phishing es el robo o suplantación de identidad, en el que los ciberdelincuentes usan los datos de los afectados para comprar productos o contratar servicios online.