Este documento profundiza en el impacto multifacético del cibercrimen, el cual no solo afecta a individuos, sino también a empresas y servicios públicos, causando daños económicos y reputacionales. Asimismo, analiza las tendencias emergentes en el cibercrimen, incluidas las formas sofisticadas de ataques como el ransomware y el phishing, que aprovechan la tecnología para maximizar el alcance y la efectividad de los delitos.
La respuesta de la Unión Europea al desafío del cibercrimen se presenta a través de una visión detallada de las estrategias y políticas implementadas, incluyendo legislaciones destinadas a aumentar la resiliencia de los servicios esenciales y combatir las vulnerabilidades cibernéticas. El informe resalta cómo la colaboración internacional y el fortalecimiento de las capacidades institucionales son fundamentales para mitigar los efectos del cibercrimen y proteger a la sociedad de estos ataques disruptivos y cada vez más frecuentes.
