En este video  se presenta un caso ficticio basado en eventos reales en un hospital. La narrativa se centra en Stephanie Abrams, una asistente administrativa responsable de los ingresos y depósitos del hospital. Aprovechando la confianza de sus colegas y la falta de rigor en los procedimientos administrativos, Abrams comenzó a retrasar los depósitos de los ingresos del hospital. Utilizaba el dinero para pagar sus gastos personales, con la intención de reembolsarlo con su próximo sueldo. 

La detección del fraude comenzó cuando Robert James, el contable encargado de reconciliar los ingresos y depósitos, notó un depósito faltante de $1,231 que no se registró después de 11 días. Más depósitos, que sumaban más de $12,000, también desaparecieron. James informó a su supervisor, lo que desencadenó una revisión exhaustiva de los registros bancarios y los informes de ingresos. La investigación reveló que los retrasos en los depósitos eran más frecuentes justo después de los días de pago de nómina, lo que indicaba que Abrams utilizaba los fondos del hospital para sus gastos personales y luego los reponía después de recibir su salario. 

Para prevenir futuros fraudes, se implementaron varias medidas correctivas: 

• Capacitaciones adicionales para revisar los procedimientos operativos con todo el equipo.  
• Se estableció la rotación de responsabilidades dentro del departamento contable para evitar que los empleados se volvieran complacientes en sus tareas diarias. 
• Un supervisión más rigurosa y la obligación de reportar inmediatamente cualquier discrepancia.