Esta guía es un producto de la Unión Europea. Fue publicada en 2014. Ofrece una serie de directrices y recomendaciones para que las autoridades de gestión pongan en marcha medidas efectivas y proporcionadas contra el fraude, teniendo en cuenta los riesgos que se hayan detectado. También ofrece orientación a las autoridades de auditoría para verificar el cumplimiento en la gestión del riesgo de fraude.

Algunos aspectos clave de la «Guía para la evaluación del riesgo de fraude y medidas eficaces y proporcionadas contra el fraude» de la UE incluyen:

Evaluación del riesgo de fraude: La guía proporciona un enfoque sistemático para evaluar el riesgo de fraude en una organización. Esto implica identificar las áreas de mayor riesgo, evaluar las vulnerabilidades y amenazas, y considerar los factores internos y externos que pueden contribuir al fraude.

Implementación de medidas eficaces y proporcionadas: La guía destaca la importancia de implementar medidas eficaces y proporcionadas para prevenir y detectar el fraude. Esto incluye el diseño e implementación de controles internos sólidos, la segregación de funciones, la supervisión adecuada, la capacitación del personal y la implementación de políticas y procedimientos claros.

Cultura ética y concienciación: La guía enfatiza la importancia de establecer una cultura ética en la organización y fomentar la concienciación sobre el fraude. Esto implica promover la integridad, la transparencia y la responsabilidad en todos los niveles de la organización, así como proporcionar capacitación y sensibilización sobre los riesgos de fraude.

Detección y respuesta al fraude: La guía proporciona orientación sobre cómo detectar y responder al fraude de manera efectiva. Esto incluye establecer canales de denuncia interna seguros y confidenciales, llevar a cabo investigaciones adecuadas, colaborar con las autoridades competentes y tomar medidas correctivas para abordar el fraude y prevenir recurrencias.

Monitoreo y mejora continua: La guía destaca la importancia de monitorear de manera continua los riesgos de fraude y el desempeño de las medidas implementadas. También se recomienda realizar revisiones periódicas, evaluar la efectividad de los controles y procesos, y realizar mejoras continuas en la gestión del riesgo de fraude