Como análisis y conclusión de esta primera encuesta, los resultados revelan la tendencia a no desvelar los casos de fraude que se han cometido internamente en las organizaciones, solo el 26% de los encuestados ha afirmado que su empresa difunde a todos los empleados los casos de fraude anteriormente acontecidos. Incluso, el 18% de los encuestados no considera importante difundir este tipo de información, aún cuando en la actualidad se cometen numerosos casos de estafas y fraudes con desorbitantes perdidas económicas para las compañías.

Aunque el 44% de las personas encuestadas han confirmado que su organización si realiza campañas de concienciación y formación sobre fraude, otro 31% indica que solo llevan a cabo este tipo de campañas para algunos grupos de empleados en específico, y la otra cuarta parte, el 25% restante, ha afirmado que su empresa no ejecuta ningún tipo de acción para informar o concienciar sobre estos delitos en las organizaciones. De estos resultados podemos inferir la importancia de seguir promoviendo iniciativas intra-empresariales que maximicen la divulgación de casos de fraude como ejemplo y punto de referencia para mantener alerta a los trabajadores de estos riesgos latentes.

Parece que muchas empresas y altos directivos prefieren evitar la divulgación de estos casos por vergüenza y miedo de suscitar nuevos intentos de engaño al compartir información y conocimiento sobre fraude.

Es importante recalcar que el conocimiento del fraude ayuda mucho más a su prevención que a su cometida. Normalmente la información es difundida a quienes han sido defraudados, mientras que los defraudadores tienen otras fuentes de acceso para buscar mecanismos y/o contratar ayuda.

La Asociación ICPF apoya y promueve la comunicación honesta para la prevención y gestión del fraude en las organizaciones