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El sexto informe recoge el fraude con tarjetas en un periodo de 5 años de 2014 a 2018. EL fraude con tarjetas se compone de (i) las transacciones fraudulentas con tarjetas físicas (fraude con tarjeta presente), como las retiradas de efectivo con tarjetas falsas o robadas, y (ii) las transacciones fraudulentas realizadas a distancia (fraude con tarjeta no presente), como las realizadas con los datos de la tarjeta obtenidos por los delincuentes a través de la suplantación de identidad y utilizados para los pagos en línea.
A continuación el resumen de los hallazgos más relevantes del informe.
El valor total de las transacciones fraudulentas con tarjetas emitidas dentro de la SEPA y adquiridas en todo el mundo ascendió a 1.800 millones de euros en 2018.
Como porcentaje del valor total de las transacciones con tarjeta, el fraude aumentó en 0,002 puntos porcentuales, hasta el 0,037%. Una cuota del 0,037% significa que se perdió una media de 3,7 céntimos por fraude por cada 100 euros de transacciones con tarjetas SEPA en 2018.
Con respecto a la composición del fraude con tarjeta en 2018, el 79% del valor del fraude con tarjeta fue con pagos no presenciales (es decir, pagos a través de Internet, correo o teléfono), el 15% de las transacciones en terminales de punto de venta (TPV), como los pagos presenciales en comercios o restaurantes, y el 6% de las transacciones en cajeros automáticos (ATM).
El fraude de los pagos no presenciales representó 1.430 millones de euros en pérdidas por fraude en 2018 (un aumento del 17,7% en comparación con 2017). El fraude con tarjeta y presenciales cometido en terminales de punto de venta aumentó un 3,6% en 2018 en comparación con 2017, mientras que el fraude cometido en cajeros automáticos disminuyó un 14,7%. Esta disminución podría ser el resultado de una creciente adopción de transacciones con chip y pin en los cajeros automáticos tanto en Europa como fuera de Europa.
Al diferenciar entre las tarjetas con las siguientes funciones (i) débito y (ii) crédito diferido. La proporción del fraude con tarjetas crédito en el conjunto de las transacciones (0,099 %) siguió siendo mayor que la del fraude con tarjetas de débito (0,016 %) en 2018.
Desde el punto de vista geográfico, el fraude doméstico represento el 89% de todas las transacciones con tarjeta, pero solo el 36% de las transacciones fraudulentas. Las transacciones transfronterizas dentro de la SEPA representaron el 9% de todas las transacciones, pero el 49% de las transacciones fraudulentas. Por último, aunque sólo el 2% de todas las transacciones se realizaron fuera de la SEPA, representaron el 15% de todo el fraude.
Desde el punto de vista del mercado, tanto los proveedores de servicios de pago como los operadores de sistemas de pago con tarjeta han desarrollado una serie de herramientas de seguridad para la prevención y detección del fraude, como la tokenización de las tarjetas, con el objetivo de reducir las tasas de fraude y ofrecer nuevas funciones de pago en dispositivos portátiles, como los teléfonos móviles. Además, los reguladores europeos han reforzado los requisitos de seguridad para los pagos electrónicos con la Directiva de Servicios de Pago revisada (PSD2) en 2015 y con su legislación secundaria, las normas técnicas reglamentarias para la autenticación fuerte de los clientes y los estándares abiertos de comunicación comunes y seguros en 2017. Estas últimas entraron en vigor en septiembre de 2019 y, en el momento del periodo de referencia, estaban en proceso de aplicación por el mercado.